Werther es un joven insatisfecho con su vida. Pero Werther se siente atrapado por su trabajo y las expectativas de su familia y la sociedad. Desea una vida más sencilla y acercarse al mundo natural.
Aspira a ser artista. Aunque este trabajo no puede pagarle las facturas, encaja con su carácter y su rica imaginación.
En la primavera de 1771, Werther viaja al campo y luego a Walheim.
Allí conoce a Charlotte, una mujer hermosa y de buen corazón que cuida de sus hermanos tras la muerte de su madre.
Werther se siente inmediatamente atraído por Charlotte y se enamora perdidamente de ella.
Quiere pasar todo el tiempo con ella. La visita todos los días y se hace amigo de sus hermanos.
Sin embargo, pronto se entera de que ella está prometida a otro: un exitoso hombre de negocios llamado Albert.
Werther no puede evitar amar a Charlotte, aunque sabe que ella no puede corresponderle. Su amor por Charlotte le consume y se deprime cada vez más.
Su encaprichamiento se convierte en obsesión. Sólo puede pensar en Charlotte.
Intenta distraerse con su trabajo y sus aficiones, pero nada parece ayudarle. Finalmente, empieza a tener pensamientos suicidas.
Werther quiere salir del círculo vicioso. Se traslada a otra ciudad para trabajar como agregado de un embajador.
Sin embargo, no tarda en dimitir de su cargo tras no encajar en las normas sociales de la corte. Su ideología no encaja con la de la corte, donde la valía de una persona depende de su estatus, y no de sus logros. Le repugna.
Regresa a Walheim, donde sigue atormentado por su amor a Charlotte. Sus sentimientos siguen siendo fuertes, incluso después de recibir la noticia de que Charlotte y Albert se casaron en febrero de 1772.
Werther se vuelve mentalmente inestable. Un día, discute con Albert. Después, Albert quiere que Charlotte deje de hablar con Werther.
Ella tiene que enfrentarse entonces a sus complicados sentimientos hacia Werther.
Para cumplir el deseo de Alberto, le dice a Werther que sólo puede visitarla cuando se le invita. Sin embargo, Werther no respeta el deseo de Charlotte. La visita cuando Albert no está. Charlotte no quiere estar sola con Werther, así que invita a algunos amigos. Mientras tanto, propone a Werther que lea el poema que ha traducido.
Su tono triste resuena con Charlotte y Werther y con su historia de amor que nunca podrá suceder. Werther y Charlotte se besan, pero esto sólo empeora las cosas. Ahora, Werther sabe que no se equivocaba sobre los sentimientos de Charlotte hacia él.
No puede soportar la idea de que Charlotte esté con Albert y decide suicidarse.
Werther escribe cartas de despedida a su amigo Wilhelm, Charlotte, y a Albert. Le dice a Wilhelm que va a suicidarse y le pide que cuide de Charlotte. Le dice a Charlotte que la ama y le pide perdón.
Werther se pega un tiro con una pistola que le ha prestado Albert. Su criado encuentra su cadáver al día siguiente.
La noticia del suicidio de Werther conmociona y consterna a sus amigos y familiares. A Charlotte también le entristece profundamente la muerte de Werther.
«Las penas del joven Werther» es un cuento con moraleja sobre los peligros de la obsesión y la importancia de encontrar la felicidad en la propia vida. Es un recordatorio de que el amor puede ser a la vez hermoso y destructivo. Es una historia que ha resonado entre los lectores durante siglos, y sigue siendo relevante hoy en día.