La adaptación de clásicos: la mezcla perfecta para aprender idiomas y mejorar la concentración

22/03/2024

Actualmente vivimos una revolución tecnológica, donde los jóvenes estudiantes se inclinan cada vez más a dedicar más tiempo a actividades estrechamente vinculadas a la tecnología. Para los docentes de todo el mundo se ha convertido en un importante desafío continuar enseñando de forma principalmente analógica, y la literatura es un claro ejemplo de ello. No es fácil para los estudiantes, acostumbrados a pasar varias horas delante de una pantalla, prestar atención a un libro de 400 páginas.

La tecnología suele verse como una fuente de distracción y pereza. Sin embargo, cuando se usa correctamente, puede ayudar a los estudiantes a mejorar su aprendizaje y retención de un nuevo idioma. Además, la tecnología también puede facilitar la reflexión sobre las diferentes culturas que se han desarrollado en países distintos al suyo.

Los idiomas se aprenden hablando … ¡y leyendo!

A medida que los estudiantes aprenden nuevos idiomas, a menudo cometen errores al suponer que las expresiones de su lengua materna se utilizan de la misma manera en el idioma que practican. Sin embargo, esto no siempre es cierto. Leer en otros idiomas es increíblemente beneficioso porque ayuda a los alumnos a adquirir no sólo vocabulario y gramática nuevos, sino también expresiones y formas de estructurar oraciones. ¿Qué mejor manera de lograrlo que leyendo literatura de grandes autores?

Un método eficaz para que los estudiantes mejoren sus habilidades lingüísticas es leer grandes obras literarias y adaptar piezas seleccionadas. Este enfoque facilita la mejora gradual de su dominio del idioma y fomenta una mayor sensación de comodidad y facilidad con la lectura.

La tecnología no es el enemigo; el enemigo es su mal uso

Presentar adaptaciones de textos literarios en un formato con el que los jóvenes ya no interactúan no es productivo. En cambio, resulta más efectivo crear entornos de aprendizaje familiares e introducir textos literarios a través de elementos multimedia como imágenes, audio, etc.

Este enfoque puede ayudar a los estudiantes a interactuar con el material de manera más efectiva y mejorar su proceso de aprendizaje. El proceso de adopción de nuevos hábitos debe estar bien planificado para asegurar su internalización. Para iniciar a los estudiantes en la lectura de obras de literatura clásica en su lengua materna y en otras lenguas, es importante diseñar recursos que capten gradualmente su atención.

No es realista esperar que un estudiante de secundaria lea una obra de Shakespeare sin una preparación previa. Sin embargo, supongamos que se les proporcionan recursos digitales que poco a poco van aumentando en dificultad. En ese caso, se pueden mejorar sus habilidades de lectura y escucha, lo que eventualmente les permitirá involucrarse con confianza en la obra y participar en las conversaciones.

¡Es hora de leer!

La metodología utilizada en este contexto mejora las habilidades cognitivas, la concentración y el dominio del idioma de los estudiantes.

Es importante enseñar con nuevas metodologías de aprendizaje y fomentar la lectura en los estudiantes. Ya sea que los estudiantes lean a un ritmo lento o rápido, la coherencia y la mejora sostenida son claves para ayudarlos a mejorar su capacidad de aprender y absorber nueva información. Este enfoque puede resultar especialmente eficaz en la enseñanza de idiomas.

Adaptarse a la lectura en otros idiomas, comprender diversas culturas y mantener la concentración son habilidades cruciales para los estudiantes jóvenes. Con el enfoque correcto, los profesores pueden enseñarlos eficazmente.

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