Aprender un nuevo idioma abre puertas a diferentes culturas, pero cuando se combina con la literatura, ofrece una comprensión más profunda y matizada de esas culturas. Este artículo explora cómo leer obras literarias en sus idiomas originales puede cultivar la empatía intercultural, convirtiendo el aprendizaje de idiomas en algo más que un ejercicio intelectual, en una experiencia humana transformadora.
Cómo la literatura fomenta la empatía
Cuando los estudiantes se sumergen en historias escritas desde perspectivas muy diferentes a las suyas, experimentan mundos y emociones más allá de su realidad inmediata. Académicos como Martha Nussbaum (1997) sostienen que la literatura sirve como una forma de educación ética, ofreciendo un “campo de entrenamiento” para la empatía. Al ponerse en el lugar de personajes de diversos orígenes, los lectores amplían sus horizontes emocionales y culturales, volviéndose más receptivos a las experiencias y valores de los demás.
Beneficios para los alumnos aprendiendo idiomas
Para los estudiantes de idiomas, leer literatura en su idioma original proporciona mucho más que habilidades de vocabulario y gramática. También les ayuda a comprender expresiones idiomáticas, referencias culturales y contextos sociales que los libros de texto podrían pasar por alto. Un estudio de Kramsch (1993) destaca cómo interactuar con textos auténticos en lenguas extranjeras permite a los estudiantes navegar y apreciar los matices de esa cultura, convirtiéndolos no solo en bilingües, sino también en biculturales.
Ejemplos de literatura intercultural
Interactuar con la literatura en su idioma original puede ofrecer profundos conocimientos culturales. Por ejemplo, leer L’amica geniale de Elena Ferrante (italiano) ofrece un retrato vívido de la sociedad y las amistades italianas, mientras que Oranges Are Not the Only Fruit de Jeanette Winterson (inglés) explora la identidad dentro de la cultura británica. Además, adentrarse en Madame Bovary de Gustave Flaubert (francés) proporciona una rica perspectiva sobre la sociedad francesa del siglo XIX, enriqueciendo la experiencia de aprendizaje de idiomas a través de la inmersión en contextos culturales auténticos.
Aplicaciones prácticas para los profesores
Los educadores pueden integrar la literatura en sus programas de idiomas seleccionando textos que se ajusten al nivel de competencia de los estudiantes, al mismo tiempo que ofrecen un rico contenido cultural. Por ejemplo, usar libros bilingües o lecturas guiadas de literatura clásica en los idiomas objetivo puede ser una forma eficaz de combinar el aprendizaje de idiomas con la inmersión cultural. Los proyectos de BiblioLingua, que crean versiones simplificadas de los clásicos europeos, tienen como objetivo cerrar esta brecha, haciendo que la literatura sea accesible mientras se mejoran las habilidades lingüísticas.
Conclusión
La literatura es más que una herramienta para aprender idiomas; es un camino hacia la comprensión, la empatía y la conexión humana. Al integrar textos literarios culturalmente ricos en la educación de idiomas, educadores y estudiantes pueden fomentar un enfoque más completo y empático para comprender el mundo.
Bibliografía
- Nussbaum, M. (1997). Cultivating humanity: A classical defense of reform in liberal education. Harvard University Press.
- Kramsch, C. (1993). Context and culture in language teaching. Oxford University Press.
- Ferrante, E. (2011). L’amica geniale. Edizioni E/O.
- Flaubert, G. (1857). Madame Bovary. Michel Lévy Frères.
- Winterson, J. (1985). Oranges Are Not the Only Fruit. Pandora Press.