La lectura es una de las habilidades más importantes que un niño adquiere. Es la base de la educación y la clave para el aprendizaje continuo y el desarrollo personal. Pero, ¿cómo podemos, como adultos, ayudar a los niños a aprender realmente a amar la lectura? Aquí hay algunas estrategias que han demostrado ser efectivas.
Comienza pronto y hazlo un hábito
Las semillas del amor por la lectura se siembran en la infancia. Leer libros a los bebés y niños pequeños ayuda a crear una asociación positiva entre los libros y la relajación, la seguridad y el amor. Intenta leerle a tu hijo todos los días, incluso si es solo por unos minutos. La consistencia es clave (Mol & Bus, 2011).
Haz que la lectura sea interactiva
Los niños aprenden mejor cuando están activamente comprometidos. Haz preguntas sobre el contenido del libro, anima al niño a predecir qué sucederá a continuación o pídele que relate la historia con sus propias palabras. Esto ayuda a desarrollar el pensamiento crítico y la creatividad, y hace que la lectura sea más emocionante (Whitehurst et al., 1988).
Deja que elija él/ella
Cuando un niño tiene la oportunidad de elegir qué leer, su interés y motivación aumentan. Tómate el tiempo de visitar la biblioteca o la librería juntos y deja que elija libros que le interesen. No te preocupes si no siempre son libros «de calidad»; lo importante es que el niño disfrute de la lectura (Krashen, 2004).
Crea un ambiente propicio para la lectura
Haz que la lectura sea fácil y agradable en casa. Crea un rincón de lectura cómodo, mantén los libros accesibles y limita el tiempo frente a las pantallas para fomentar la lectura como una forma de entretenimiento (Neuman & Celano, 2001).
Sé un modelo a seguir
Los niños aprenden a través de la imitación. Si te ven disfrutando de la lectura, es más probable que ellos también lo hagan. Habla con los niños sobre lo que estás leyendo y por qué te gusta (Baker et al., 1997).
Utiliza la tecnología
Aunque los libros tradicionales siguen siendo importantes, los libros electrónicos y las aplicaciones educativas pueden ofrecer una experiencia de lectura interactiva que puede ser especialmente atractiva para algunos niños. Úsalos en equilibrio con los libros convencionales (Korat & Shamir, 2007).
Conecta la lectura con la vida real
Ayuda al niño a ver las conexiones entre las historias leídas y la vida real. Esto puede incluir visitar lugares descritos en el libro, cocinar comidas mencionadas en el libro o realizar actividades relacionadas con la historia (Guthrie et al., 2006).
No presiones
Finalmente, es importante recordar que la lectura debe ser placentera, no una obligación. Evita usar la lectura como castigo o recompensa. En su lugar, anima y apoya al niño en su viaje lector, considerando su ritmo e intereses (Krashen, 2011).
Desarrollar el amor por la lectura es un proceso que requiere tiempo, paciencia y un enfoque positivo. Cada niño es diferente, así que experimenta con estrategias para encontrar lo que funciona mejor para tu hijo. Lo principal es hacer de la lectura una experiencia agradable y significativa.
Referencias
Baker, L., Scher, D., & Mackler, K. (1997). Home and family influences on motivations for reading. Educational Psychologist, 32(2), 69-82. Home and family influences on motivations for reading. Educational Psychologist, 32(2), 69-82.
Guthrie, J. T., Wigfield, A., Humenick, N. M., Perencevich, K. C., Taboada, A., & Barbosa, P. (2006). Influences of stimulating tasks on reading motivation and comprehension. The Journal of Educational Research, 99(4), 232-246.
Korat, O., & Shamir, A. (2007). Electronic books versus adult readers: Effects on children’s emergent literacy as a function of social class. Journal of Computer Assisted Learning, 23(3), 248-259. Electronic books versus adult readers: Effects on children’s emergent literacy as a function of social class. Journal of Computer Assisted Learning, 23(3), 248-259.
Krashen, S. D. (2004). The power of reading: Insights from the research. Libraries Unlimited.
Krashen, S. D. (2011). Free voluntary reading. Libraries Unlimited.
Mol, S. E., & Bus, A. G. (2011). To read or not to read: A meta-analysis of print exposure from infancy to early adulthood. Psychological Bulletin, 137(2), 267-296.
Neuman, S. B., & Celano, D. (2001). Access to print in low-income and middle-income communities: An ecological study of four neighborhoods. Reading Research Quarterly, 36(1), 8-26.
Whitehurst, G. J., Falco, F. L., Lonigan, C. J., Fischel, J. E., DeBaryshe, B. D., Valdez-Menchaca, M. C., & Caulfield, M. (1988). Accelerating language development through picture book reading. Developmental Psychology, 24(4), 552-559.