Werther es un joven que quiere cambiar el mundo. Tiene una buena educación y pertenece a una familia de clase media, pero no quiere trabajar en la administración pública, como pretendía su familia.
En cambio, quiere ser artista. Werther se siente atrapado por las expectativas de su familia y de la sociedad, y sueña con una vida más sencilla.
Un día, Werther viaja a una pequeña ciudad llamada Wahlheim.
Allí conoce a Charlotte, una mujer amable y hermosa. Ella cuida de sus hermanos tras la muerte de su madre.
Werther se enamora inmediatamente de Charlotte.
Pero ella ya está comprometida con un hombre llamado Albert.
Werther lucha por contener sus sentimientos por Charlotte. Intenta ser su amigo, pero su amor se convierte en obsesión.
Se aísla y se deprime. Piensa en quitarse la vida.
Se traslada a otra ciudad en un intento de escapar de su dolor.
Allí, Werther acepta un puesto como agregado de un embajador. Sin embargo, pronto se da cuenta de que no encaja en las normas sociales de la corte. Renuncia a su puesto y regresa a Wahlheim.
El amor de Werther por Charlotte sigue atormentándole. No puede resistirse a verla y sabe que ella también se preocupa por él.
Sus sentimientos se intensifican y acaban besándose. Sin embargo, esto sólo empeora las cosas.
Sabe que nunca podrá estar con ella, y este conocimiento le lleva a la desesperación. Decide quitarse la vida.
Pide prestadas dos pistolas a Albert, diciendo que se va de viaje.
Después escribe cartas de despedida a Wilhelm, su amigo, Charlotte y a Albert.
Al día siguiente, se dispara en la cabeza. Sobrevive por un corto tiempo después del disparo, para finalmente sucumbir a sus heridas.
La novela «Las penas del joven Werther» recuerda el dolor que causa el amor insatisfecho. Es un relato sobre los peligros de la obsesión y la importancia de encontrar la felicidad en la propia vida.