Tres personajes sordos en la literatura europea

07/09/2023

La mayoría de las descripciones sobre la sordera se conocían a partir de los cuentos de los escritores.

Las actitudes culturales sobre la sordera se reflejaron en gran medida en la literatura de la época.

En muchas de las novelas clásicas más antiguas, los escritores retrataban a las personas sordas de forma negativa, considerándolas engañadas, corruptas o tortuosas.

Gracias a los estudios lingüísticos y pedagógicos, los autores contemporáneos están cada vez más informados y representan la sordera de forma más equilibrada.

En la literatura europea nos gustaría destacar aquí a tres personajes sordos principales: Duncan Campbell (1720), Quasimodo del “Jorobado de Notre-Dame” (1831), el anciano sordo en un relato de Hemingway (1927).

Se afirma que “La historia de la vida y aventuras del Sr. Duncan Campbell” fue escrita por Daniel Defoe, pero es improbable, especialmente porque el libro fue publicado por un enemigo de Defoe, Edmund Curll. Duncan Campbell, que vivió entre los siglos XVII y XVIII, era un hombre sordo escocés. Declaró tener poderes mágicos de adivinación, lo que atrajo una gran atención en los ambientes que visitó, en particular en los círculos nobles de Londres.

En 1831 nos trasladamos a Francia donde Víctor Hugo escribe “El jorobado de Notre-Dame” en el que describe a Quasimodo, el campanero de la catedral más famosa de París, como un ser deforme y de fealdad monstruosa, es tuerto, cojo y (tras su prolongada proximidad a las campanas) sordo. Quasimodo es hijo de una familia romaní (en la novela llamada égyptienne o ‘gitanos’) que lo abandonó cuando tenía cuatro años en Notre-Dame debido a su deformidad. Aquí fue adoptado por el archidiácono Claude Frollo, quien le dio un nombre (Quasimodo) y lo nombró campanero de la catedral, convirtiéndolo a la religión católica.

El siglo siguiente, precisamente en 1927, Ernest Hemingway escribió un cuento “Un lugar limpio y bien iluminado” que tiene un protagonista silencioso, un anciano sordo. En la historia no pasa nada, dos camareros quieren cerrar el café, pero tienen que esperar al último cliente: un hombre sordo que recientemente ha intentado suicidarse. El significado moral del cuento proviene del pensamiento del segundo camarero que se compadece de la necesidad humana de un lugar limpio y bien iluminado como el café, un puesto de avanzada en la oscuridad.

Estos tres personajes son interesantes porque cada uno muestra una reacción diferente ante la situación que viven. No sabemos los motivos de su sordera, aparte de Quasimodo: su propia persona es el resultado de elecciones “externas”, incluida la sordera. que fue provocado por las campanas de la catedral.